Juego en el que se disputa el #2 de la NFC Este. En 2016, estos equipos dieron uno de los mejores espectáculos en el juego de Día de Acción de Gracias. El resultado favorecería a Dallas con marcador de 31 – 26. En sí, Dallas barrió la serie la temporada pasada en dos juegos de alto puntaje. La serie histórica favorece a Dallas con récord de 69 – 44 – 2. Dallas ya ganó el primero en esta temporada ocurrido en la semana 8 por marcador de 33 – 19.
Para esta semana, ambos equipos vienen de jugar en partidos de Día de Acción de Gracias. Washington derrotó a NY Giants en un juego que transcurrió a un ritmo lento. Por su parte, Dallas fue vapuleado por LA Chargers en un juego en el que la ofensiva de Dallas lució extraviada. La racha de derrotas del equipo de la estrella solitaria se extiende a tres, mientras que Washington logró cortar su racha de derrotas (2) la semana pasada.
Kirk Cousins (3,038 yardas, 19 Tds, 6 Ints) ha mantenido a flote a la ofensiva de Washington con una gran rotación de receptores y un grupo de corredores que ha sido afectado por las lesiones. En el juego de la semana 8, Cousins lanzó para 263 yardas, un touchdown y una intercepción contra la defensiva de Dallas. Fue un juego relativamente discreto para este QB, sobre todo porque en las últimas tres semanas tiene dos juegos de 300+ yardas contra defensiva de buen nivel (Nuevo Orleans, Minnesota). La defensiva de Dallas viene de ser arrasada por Philip Rivers quien lanzó para 434 yardas y tres touchdowns. Hay que recordar que Dallas está sin Sean Lee y su secundaria ha vuelto a ser expuesta. Éste podría ser un gran juego para Josh Doctson y, principalmente, para Jamison Crowder. Ambos se han convertido en los dos receptores más buscados por Cousins ante la baja de Jordan Reed y Chris Thompson. Adicionalmente, Samaje Perine parece haber despertado y ya tiene dos juegos consecutivos con 100+ yardas.
El principal problema para Dallas está en su ofensiva. Sin Ezekiel Elliott en la alineación, esta ofensiva se ha desmoronado. Tan solo tiene 22 puntos en los últimos tres juegos. Dak Prescott, el novato ofensivo del año en 2016, ha lucido perdido sin Elliott en el campo. Desde que su compañero RB fue suspendido, Prescott solo ha lanzado para 500 yardas, sin touchdowns, cinco intercepciones y ha perdido dos balones sueltos. En este periodo, la ofensiva aérea ha caído del #17 al #27. Por ahora, Prescott tiene que demostrar que es capaz, al menos, de dejar entregar el balón. Ya después vendrá la parte referente a la producción. El problema es que Prescott tampoco posee buen respaldo en el coacheo. Jason Garrett nunca se ha caracterizado por saber ajustar sobre la marcha. Ahora que se ha quedado sin su corredor estrella se nota a leguas que no sabe qué hacer y eso también perjudica a Prescott que está apenas en su segunda temporada. La defensiva de Washington ha tenido buen desempeño por momentos, aunque ha sido incapaz de cerrar los juegos más exigentes. En contra de Nuevo Orleans, había logrado contener a Mark Ingram y Alvin Kamara hasta que al final del tercer cuarto se cayó y terminó siendo arrollada. La semana pasada, en contra de NY Giants, no permitió touchdowns. Será la primera vez que esta defensiva enfrente a Prescott sin Elliott. Siendo rivales divisionales, Washington seguramente sabe que el no tener a Elliott cambia totalmente la ecuación para este partido.
El escenario de este juego será el AT&T Stadium donde Dallas tiene un récord de tan solo 2 – 4. Éste será su penúltimo partico en casa, así que la presión será grande. Ambos equipos necesitan ganar para mantener sus aspiraciones de playoffs con vida. Lo que más genera desconfianza para que Dallas pueda conquistar la victoria es el pobre desempeño de Prescott, así como la incapacidad de su staff. Pronóstico: Washington 21 – Dallas 13.
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