Récord 2017: 9 – 7
Draft (por orden de selección): QB Josh Allen (pick 7), ILB Tremaine Edwards (pick 16), DT Harrison Phillips (pick 96), CB Taron Johnson (pick 121), S Siran Neal (pick 154), G Wyatt Teller (pick 166), WR Ray-Ray McCloud (pick 187), WR Austin Proehl (pick 255)
Agencia libre
Jugadores adquiridos: C Russell Bodine, RB Chris Ivory, T Star Lotulelei, QB AJ McCarron, DE Trent Murphy, WR Jeremy Kerley
Jugadores perdidos: QB Tyrod Taylor (Cleveland), LB Preston Brown (Cincinnati), C Eric Woods (retiro / lesión), Jordan Matthews (New England), G Richie Incognito
La temporada 2017 terminó con la sequía de playoffs para Buffalo. Hasta el año pasado, esta franquicia tenía la racha más larga sin estar presente en la etapa de clasificación hacia el Súper Bowl. No llegaba a esta instancia desde 1999. Éste fue el principal logro en el primer año de Sean McDermott como Head Coach. Hay que aclarar que la ayuda de Cincinnati en la última jornada también tuvo mucho que ver, pues al derrotar a Baltimore, le dejó el camino libre a Buffalo para su calificación.
Para 2018, McDermott tendrá más oportunidades de amoldar al equipo a su gusto. En 2017, tuvo que ajustarse bastante a lo que había dejado Rex Ryan, principalmente, a la ofensiva. Con Tyrod Taylor recibiendo un respaldo cuestionable por parte del staff y con un grupo de receptores armado al vapor, este equipo batalló para generar puntos. La defensiva respondió a ratos, pero aún falta que el sistema de McDermott termine de ser asimilado.
El principal reto para esta temporada será darle certidumbre a la posición de quarterback y echar a andar el juego aéreo. Resolviendo esta situación, la calificación a playoffs podría volver a ser viable.
Staff
El staff será encabezado por Sean McDermott por segundo año. Como ya se mencionó, su principal logró fue llevar al equipo a playoffs. No obstante, por momentos su liderazgo se vio tambaleante, especialmente por la manera en la que manejó los cambios en la posición de QB. Este año, esta situación apunta para ser totalmente distinta. Además, contará con un nuevo coordinador en la figura de Brian Daboll, quien llega de la Universidad de Alabama donde ocupó también este puesto. Leslie Frazier repite como estratega de la defensiva.
Brandon Beane (GG) estará en su segunda temporada con el equipo, aunque es la primera en la que es totalmente responsable del draft. Su trabajo en draft y agencia libre se enfocó, sobre todo, a cubrir el hueco en la posición de QB. En el papel, parece haberlo hecho. Además de también reforzar la defensiva acorde al esquema de McDermott y Frazier.
Ofensiva
La ofensiva de Buffalo batalló durante la mayor parte de 2017. Destacó por sus pocas variantes y falta de balance. En puntos, apenas se ubicó como la #22 (18.9 por juego), mientras que en yardas fue la #29 (302.6 por juego). Su fortaleza estuvo totalmente cargada hacia el juego terrestre (#6) con destellos ocasionales, MUY ocasionales, de la ofensiva aérea (#31).
Uno de los principales problemas en la ofensiva aérea residió en la falta de confianza del staff en el QB que el régimen previo le heredó: Tyrod Taylor. Incluso buscaron reemplazarlo con el novato Nathan Peterman, pero el experimentó fue un estrepitoso fracaso que derivó en un juego con cinco intercepciones. Como era de esperarse, para esta temporada, la posición de quarterback fue uno de los focos de atención. Buffalo se hizo de AJ McCarron en la agencia libre y seleccionó a Josh Allen con el pick #7 global. No obstante, el problema continúa siendo la falta de experiencia. McCarron tiene cuatro años en la liga, pero solo ha iniciado tres juegos de temporada regular en los que sumó 119 intentos completando 79 para 854 yardas, seis touchdowns y dos intercepciones. Su carta más fuerte está en el juego de playoffs en enero de 2016, cuando Cincinnati estuvo muy cerca de vencer a Pittsburgh. Por su parte, Josh Allen tendrá que enfocarse en mejorar la precisión de sus pases y de adaptarse al nivel de juego profesional. Para algunos especialistas, el haberlo seleccionado dentro del Top 10 fue innecesario. Al final, la presión en Buffalo por encontrar al heredero de Jim Kelly ha sido grande. Por ahora, es viable pensar que McCarron iniciará la temporada como titular. Mientras mantenga un nivel aceptable, Allen esperará en la banca, aprendiendo. Sin embargo, si McCarron no logra producir, no será sorpresa ver a Allen tomando el control de la ofensiva.
La ofensiva terrestre continuará encabezada por LeSean McCoy. En 2017, “Shady” no solo fue el líder corredor del equipo (1,138 yardas, 6 Tds), también fue el jugador con más recepciones (59) y el segundo en yardas por recepción (448). Él llevó gran parte de la carga de la ofensiva. Este año, tendrá su cumpleaños #30, así que sería lógico esperar una baja en su rendimiento. Detrás de él estará Chris Ivory, quien pasó los últimos dos años en Jacksonville y es reconocido por su estilo agresivo al correr, aunque también por ser propenso a las lesiones. En la rotación también veremos a Travaris Cadet.
El grupo de receptores fue considerado una debilidad en 2017. Y para 2018, no hubo adiciones significativas. Así que eso también será un aspecto que dificultará la labor de McCarron o, probablemente, de Allen. Kelvin Benjamin (217 yardas, Td) es el más destacado. Zay Jones (316 yardas, 2 Tds) tuvo un debut bastante mediocre como profesional. Así que habrá mucha presión sobre él para entregar mejores resultados. Del resto de receptores, Jeremy Kerley, Andre Holmes y Rod Streater son los más sobresalientes y han desarrollado sus carreras en una variedad de equipos. El ala cerrada Charles Clay volverá a tener gran importancia en la producción de la ofensiva aérea. De no ser por una lesión que lo mantuvo fuera varios juegos, probablemente hubiera rebasado a McCoy como líder en recepciones del equipo.
La línea sufrió bajas importantes con el retiro de Eric Woods (C), así como con las partidas de Richie Incognito (G) y Cordy Glenn (T). Russell Bodine, proveniente de Cincinnati, será el nuevo centro, mientras que Dion Dawkins cubrirá la baja de Glenn. Habrá que esperar a ver que tal se acopla este renovado grupo.
Defensiva
La defensiva de Buffalo se mantuvo competente, aunque su desempeño estadístico no fue sorprendente. Al final de temporada, se ubicó como la #18 en puntos (22.4 por juego) y #26 en yardas permitidas (355.1 por juego). En realidad, 2017 fue un año de ajuste en este grupo pues McDermott comenzó a acomodar sus piezas. La partida de Marcell Dareus a Jacksonville vía trade, fue una de las razones por las cuales la defensiva terrestre se vino abajo y terminó como la cuarta peor.
El frente defensivo continuará orientado hacia una formación 4 – 3. Star Lotulelei (DT) se reunirá de nuevo con McDermott. Ya habían trabajado previamente en Carolina. Éste masivo jugador estará haciendo pareja con Kyle Williams al centro de la línea. En tanto, Lotulelei es más efectivo contra la carrera, Williams ha brillado por su versatilidad. En el papel, los externos serán una de las fortalezas del equipo con Jerry Hughes, Trent Murphy y Shaq Lawson. El único detalle es que Murphy iniciará la temporada con una suspensión de cuatro juegos. Para Hughes, el segundo año con McDermott representará una gran oportunidad para retomar la forma mostrada entre 2013 y 2014 (previo a Rex Ryan), cuando se erigió como uno de los cazadores de QBs más sólidos en la AFC.
El grupo de linebackers tiene a su jugador más destacado en Lorenzo Alexander (73 tacleadas, 3 capturas, 3 fumbles). No obstante, la selección de Tremaine Edmunds debe tener impacto inmediato. Es un jugador que lució por su velocidad y su capacidad de estar en todo el campo. McDermott buscará usarlo de la manera en la que trabajó con Luke Kuechly en Carolina. Matt Milano será el otro LB.
La secundaria luce prometedora para esta temporada con Micah Hyde (5 intercepciones), Jordan Poyer (5 intercepciones) y Tra’Davious White (4 intercepciones). Ahora, se les sumará Vontae Davis, quien esperar revivir su carrera tras haberse visto frenado por lesiones. Si Davis retoma el nivel de hace un par de año, Buffalo podría tener una secundaria Top 5 en la temporada.
Equipos especiales: Stephen Hauscka fue un baluarte para este equipo ante la poca producción ofensiva en 2017. Logró una efectividad de 87.9% (29/33). En distancias menores a 40 yardas, prácticamente fue automático. En 2018, aún con un alto grado de incertidumbre en la ofensiva aérea, este pateador tendrá que ser factor. Los especialistas en regresos serán Brandon Tate, Travaris Cadet y, eventualmente, Micah Hyde.
Pronóstico: Romper la larga racha de ausencia en los playoffs fue toda una hazaña para McDermott en 2017. La suerte pesó en ese resultado. En 2018, necesitará algo más que eso. Las acciones de la “Front office” definitivamente estuvieron orientadas a cubrir la posición con mayor incertidumbre, que es la de QB. Sin embargo, de primera instancia, el róster aún presenta huecos importantes (WR) y la línea ofensiva no posee figuras como en años anteriores. El “supporting cast” ofensivo se percibe débil. Al parecer, el equipo dependerá mucho del progreso de la defensiva, que si podría dar un salto considerable hacia el Top 15.
El calendario de Buffalo es el #18 en dificultad conforme a los récords de sus rivales en 2017. En el papel, la primera mitad de temporada, le es relativamente favorable al enfrentar a varios rivales que tuvieron un récord similar o peor (LA Chargers, Baltimore, Tennessee, Green Bay, Houston, Indianapolis). Algunos de estos equipos (Tennessee, Indy, GB) tienen defensivas de nivel cuestionable, así que serán un buen indicador para ver si Buffalo es capaz de producir temprano en la temporada. La segunda mitad de temporada, se caracteriza por un mayor número de enfrentamientos divisionales (5). Buffalo quedó 3 – 3 contra su división en 2017.
Buffalo aún continuará en transición hacia la era McDermott. Sería aventurado pensar en playoffs de nuevo, aunque si creo que el equipo mantendrá cierto nivel de competitividad gracias a su defensiva. Récord 2018: 6 – 10.