Récord 2017: 9 – 7
Draft (por orden de selección): ILB Leighton Vander Esch (pick 19), G Connor Williams (pick 50), WR Michael Gallup (pick 81), EDGE Dorance Armstrong (pick 116), TE Dalton Schulz (pick 137), QB Mike White (pick 171), OLB Chris Covington (pick 193), WR Cedrick Wilson (pick 208), RB Bo Scarbrough (pick 236)
Agencia libre
Jugadores adquiridos: WR Allen Hurns, T Cameron Fleming, WR Deonte Thompson, LB Joe Thomas, WR Tavon Austin
Jugadores perdidos: WR Bryce Butler (Arizona), CB Orlando Scandrick (Washington), LB Anthony Hitchens (Kansas City), WR Dez Bryant (), TE Jason Witten (retirado)
Después de una muy exitosa temporada 2016, muchos esperaban que Dallas pudiera dominar nuevamente la NFC Este en 2017 y que fuera protagonista en los playoffs. En mi caso, con los antecedentes de Jason Garrett al mando del equipo, tenía una expectativa mucho más conservadora. Al final, la balanza terminó inclinándose hacia lo que yo creía. Si bien, Dallas finalizó como #2 en la división y con récord ganador, el sabor que dejó su desempeño la temporada pasada fue más amargo que dulce.
El equipo comenzó la temporada con poco éxito partiendo a su BYE con récord de solo 2 – 3. De vuelta del descanso, parecían recuperarse con tres victorias consecutivas, pero la eventual suspensión de Ezekiel Elliott desbalancearía a la ofensiva considerablemente. Esto desembocó en tres derrotas al hilo. El mes de diciembre sería exitoso (3 – 1), pero aún así no fue suficiente para la calificación.
Para 2018, Dallas estará bajo la sombre del actual Campeón. Tendrá la ventaja de que, a diferencia de 2017, las expectativas son mucho más moderadas. Asimismo, presenta un equipo con bastante experiencia, algo que debería ser factor para esta temporada.
Staff
Jason Garrett continúa sin parecerme la mejor opción para llevar a Dallas al siguiente nivel. En siete temporadas completas con el equipo, solo tiene tres con récord ganador y dos calificaciones a playoffs. Su récord en temporada regular es de 67 – 53 y en playoffs, de 1 – 2. Su desempeño se ha caracterizado por su falta de ajustes oportunos en el transcurso de los juegos y de la temporada misma.
Lo acompañan los mismos coordinadores de años anteriores: Scott Linehan y Rod Marinelli. Así que, por lo pronto, es difícil esperar algún cambio drástico en la dinámica de llamar las jugadas, así como del planteamiento estratégico tanto ofensivo como defensivo.
Jerry Jones tuvo un draft en el que reforzó áreas que ya se percibían relativamente sólidas (LB, OL) en el equipo. En la agencia libre, no realizó firmas rimbombantes dejando así dudas en torno a la posición de WR.
Ofensiva
En 2017, Dallas se ubicó como la ofensiva #14 en puntos (22.1 por juego) y en yardas (331.9). Esas cifras fueron un retroceso importante respecto a 2016, cuando terminó como la quinta mejor. Una suspensión, así como lesiones en la línea ofensiva y fallas en el ajuste estratégico fueron las principales razones de esta caída. Para esta temporada, la ofensiva ya lleva de gane que no tiene jugadores con una suspensión pendiente.
El segundo año de Dak Prescott (3,324 yardas, 22 Tds, 13 Ints) fue estadísticamente competente. Además de su producción aérea, también sumó 357 yardas y seis touchdowns. Estos números lo hicieron una estrella del fantasy football. Sin embargo, en la realidad, batalló más de lo que se esperaba. Cuando lanzó el balón 30 o más veces, el récord del equipo fue de solo 4 – 6, mientras que en el resto de los juegos promedió tan solo 23.5 intentos y el récord del equipo fue 5 – 1. Esto da razones para pensar que es un QB que, más allá de echarse al equipo a los hombros, requiere un buen soporte del resto del equipo para poder triunfar. Y esto no implica que sea un mal jugador, ni nada por el estilo, solo que deja más claro que su rol es menos protagónico de lo que se esperaba tras su temporada de novato en 2016. El QB sustituto es Cooper Rush.
La verdadera fortaleza de Dallas está en la ofensiva terrestre. Ezekiel Elliott perdió seis juegos debido a una suspensión en 2016. No obstante, en los 10 juegos en los que si participó fue sumamente productivo al acumular 983 yardas y siete touchdowns por carrera, y 269 yardas y dos touchdowns en el juego aéreo. Él es quien realmente se echa al equipo a los hombros en la ofensiva. Apenas entrará a su tercer año y tras la perdida de juegos en 2017, lo hará con menos desgaste. No es exagerado pensar que podría acercarse a las 2,000 yardas combinadas en esta temporada. En caso de alguna lesión, Rod Smith (232 yardas, 4 Tds) y el novato Bo Scarborough serán los responsables de la carga de trabajo en la ofensiva terrestre.
El grupo de receptores ya no contará con Dez Bryant (838 yardas, 6 Tds) ni con Jason Witten (560 yardas, 5 Tds). Así que Dallas vio partir a dos de sus jugadores históricos en la pretemporada. No obstante, el que se hubieran quedado tampoco hubiera garantizado verlos en su mejor nivel. Por ahora, este equipo cuenta con Terrance Williams (568 yardas), Cole Beasley (314 yardas, 4 Tds), Allen Hurns (464 yardas, 2 Tds), Deonte Thompson (430 yardas, Td) y Tavon Austin (47 yardas) como sus receptores. En otras palabras, no cuenta con figuras y ninguno de estos jugadores es el prototipo de un WR #1. Esto no le ayuda ni a Prescott ni la ofensiva terrestre, que tenderá a ver frentes defensivos más atascados en la línea. Habrá que ver si el novato Michael Gallup (3ª ronda) puede causar algún impacto. En la posición de ala cerrada estarán el jugador de segundo año Rico Geathers y el veterano Geoff Swaim. Por ahora, hay mucha incertidumbre en la ofensiva aérea de Dallas y su grupo de WRs es percibido como una debilidad en el roster.
La línea vuelve a presentarse como una de las mejores en la liga y es una de las fortalezas del equipo. Éste es el grupo (en compañía de Elliott) que verdaderamente puede marcar la diferencia en la ofensiva. Tyron Smith, Zack Martin y Travis Frederick son los pilares. De ellos, el más destacado es Smith y también quien ha batallado con algunas molestias en las últimas temporadas. El novato Connor Williams estará buscando adaptarse rápidamente al nivel del resto. Mientras que La’el Collins busca consolidarse definitivamente como titular en su cuarto año. El recién llegado Cam Fleming (New England) será el comodín en caso de que Williams o Collins no logren asentarse en la alineación titular.
Defensiva
La defensiva de Dallas lució mucho mejor en 2017. Finalizó #13 en puntos permitidos (20.8 por juego) y #8 en yardas (318.1 por juego). Aún está en proceso de dar el salto al Top 10. La secundaria es el grupo al que le falta hacer algunos ajustes para que esto sea posible en 2018. El Front 7 luce bastante sólido.
La línea tiene a su mejor hombre en DeMarcus Lawrence, quien finalmente despegó en la presión sobre el QB y logró 14.5 capturas forzando también cuatro balones sueltos. Será él quien jale los bloqueos dobles e incluso triples de las ofensivas rivales facilitando el trabajo de Tyrone Crawford (27 tacleadas, 4 capturas, fumble) y Maliek Collins (22 tacleadas, 2.5 capturas). El equipo esperaba contar con David Irving (7 capturas, fumble) desde el inicio de temporada, pero nuevamente ha sido suspendido por cuatro juegos. Taco Charlton (3 capturas, fumble), jugador de segundo año, tendrá oportunidades de mejorar la dudosa impresión que dejó como novato mientras Irving está fuera. La línea luce bastante bien de cara a la temporada 2018. De no ser por la suspensión, me atrevería a clasificarla en el Top 5.
Los linebackers son Sean Lee, Jaylon Smith y el novato Leighton Vander Esch (1ª ronda). Si éste último logra el desempeño que se espera de un pick Top 20, este grupo también estará dentro de lo mejor de la liga. Los tres son jugadores que se mueven por todo el campo y capaces de hacer jugadas tanto en contra de la carrera como en cobertura.
Como ya mencioné previamente, la secundaria es el grupo que más ha tardado en establecerse. Es un grupo muy joven, así que aún tiene bastante margen para mejorar. El jugador más veterano y también el de mejor desempeño es Byron Jones (82 tacleadas, Int, fumble), quien estará en su cuarta temporada. Chidob Awuzie, Jourdan Lewis y Xavier Woods provienen del draft de 2017. Como novatos se combinaron para tres intercepciones, así que ya hay cimientos relativamente sólidos sobre los cuales puedan progresar para 2018. El otro veterano que podría ver acción constante es el safety Jeff Heath, líder interceptor del equipo con tres robos de balón. Anthony Brown será el CB en situaciones de formación nickel.
Equipos especiales: Dan Bailey se mantiene como el pateador en el equipo. En 2017, tuvo la marca más baja en su carrera con una eficiencia de 75% (15/20). Y tampoco, había tenido menos de 29 intentos. Así que, en 2018, tendrá que recuperar su reputación como uno de los mejores pateadores en la liga. Los responsables de los despejes serán Cole Beasley (despejes) y Jourdan Lewis (kickoffs).
Pronóstico: Dallas tendrá oportunidad de pelear al interior de su división, aunque no le será fácil recuperar el #1 que tuvo apenas en 2016. La ofensiva aérea es la principal debilidad en el equipo. Con un Dak que aún está trabajando por consolidar su carrera, no contar con receptores de probada calidad complica el escenario. La exigencia será mayor Elliott y la línea, quienes tienen el nivel necesario para sacar adelante al equipo. Por su parte, la defensiva continuará progresando aún con una secundaria que está en vías de desarrollo.
El calendario de Dallas es el #15 en dificultad. Sus rivales tuvieron un récord combinado de 128 – 128. La primera mitad de la temporada luce manejable siendo sus compromisos más complicados una visita a Carolina y recibir a Jacksonville. Ya para la segunda mitad, tendrán que enfrentar dos veces al actual Campeón, así como a New Orleans y a Altanta, equipos que se le han complicado recientemente al equipo dirigido por Jason Garrett.
Dallas está listo para volver a competir. Tal vez no tendrá a una ofensiva aérea explosiva, pero en el resto de las áreas está cubierto. Lo que más preocupa en este equipo es la “tibieza” de su staff, así como su lentitud para ajustar. Ese es el verdadero lastre. Récord 2018: 7 – 9.