Récord 2017: 7 – 9
Draft (por orden de selección): C Billy Price (pick 21), S Jessie Bates (pick 54), DE Sam Hubbard (pick 77), OLB Malik Jefferson (pick 78), RB Mark Walton (pick 112), CB Devontae Harris (pick 151), DT Andrew Brown (pick 158), CB Darius Phillips (pick 170), QB Logan Woodside (pick 249), G Rod Taylor (pick 252), WR Auden Tate (pick 253)
Agencia libre
Jugadores adquiridos: T Cordy Glenn, DT Chris Baker, LB Preston Brown, QB Matt Barkley
Jugadores perdidos: RB Jeremy Hill (New England), C Russell Bodine (Buffalo), QB AJ McCarron, T Andre Smith (Arizona)
Después de cinco temporadas consecutivas participando en playoffs, Cincinnati no ha podido calificar en las últimas dos. En 2017, su desempeño ofensivo se vino abajo. El inicio de temporada fue particularmente desastroso con un récord de 0 – 3. Lograría recomponer parcialmente el rumbo semanas después, pero nunca lució como un candidato a estar en la siguiente instancia de la temporada. Eso sí, le echó una mano a Buffalo en la última jornada para que pudiera califica a playoffs.
Cincinnati posee una buena mezcla de jugadores veteranos y jóvenes tanto a la ofensiva como a la defensiva. La principal área a mejorar para esta temporada es la línea ofensiva. Si ésta logra un progreso significativo, es posible que la ofensiva vuelva a ser dominante.
Para 2018, las expectativas son moderadas para este equipo, aunque el #2 de la AFC Norte no parece estar tan fuera de su alcance.
Staff
Sorprendentemente, Marvin Lewis estará de vuelta para su temporada #16 con el equipo. Hacia el final de la temporada, parecía que sería despedido. Sin embargo, Mike Brown decidió darle otro año más. Pareciera, más que nada, como si existiera una relación de codependencia entre el dueño y el HC. Han pasado tanto tiempo trabajando juntos que imagino que ha de ser complicado pensar en trabajar con alguien nuevo.
Bill Lazor asumió la coordinación ofensiva a finales de septiembre en 2017. Logró cierta mejora al sustituir a Ken Zampese, aunque estuvo limitado por la falta de talento en línea ofensiva. A la defensiva, Teryl Austin llega de Detroit donde logró elevar el nivel de una defensiva que por mucho tiempo fue una de las peores en la liga.
Mike Brown mostró estar consciente de la principal deficiencia del equipo tanto en el draft como en la agencia libre y se dedicó a traer talento para la línea ofensiva. Asimismo, no dejó pasar la oportunidad de sumar jugadores con talento a la secundaria, algo que ha acostumbrado en los últimos drafts.
Ofensiva
La ofensiva de Cincinnati tuvo un pésimo desempeño en 2017. Fue una de las peores tanto produciendo puntos (#28) como moviendo el balón (#32). Para 2018, el reto del staff es regresarla al Top 15 por lo menos. Hay talento en el grupo, la estrategia pesará para que este sea explotado correctamente.
Andy Dalton (3,320 yardas, 25 Tds, 12 Ints) hizo un trabajo bastante decente, a pesar de los resultados globales de la ofensiva. Es un quarterback que suele ser subestimado frecuentemente. Ha ido progresando año tras año y hoy se le puede considerar un titular consolidado en la NFL. Básicamente, me atrevería a decir que él no ha sido el problema de la falta de resultados en años recientes. Para 2018, las expectativas vuelven a ser moderadas para este QB. Sin embargo, tendrá oportunidades para que sorprenda y produzca a un nivel cercano a las 4,500 yardas y los 30 Tds. En caso de alguna lesión, Matt Barkley es el sustituto.
Joe Mixon encabeza el grupo de corredores. Tuvo un año como novato discreto con solo 626 yardas y 4 Tds terrestres. Inició la temporada en una ofensiva terrestre por comité con Jeremy Hill y Giovani Bernard. Al final, sería quien más veces acarrearía el balón (178). Para 2018, se espera que se convierta en uno de los corredores revelación. El talento, indudablemente, está ahí. Con más apoyo por parte de la línea y tras la partida de Hill, es muy probable que Mixon pueda superar las 1,000 yardas. Bernard estará alternando acarreos con Mixon. Aunque su papel tenderá a ser secundario, no se le puede descartar como alguien que puede hacer jugadas grandes tanto por carrera como por pase.
El grupo de receptores está encabezado por A.J. Green (1,078 yardas, 8 Tds), quien volvió a superar la marca de las 1,000 yardas después de que en 2016 se quedará corto debido a una lesión. Green continúa siendo uno de los receptores más dominantes en la liga. Así que mientras la atención de las defensivas se enfoca en él, Brandon LaFell (548 yarda, 3 Tds), Tyler Boyd (225 yardas, 2 Tds) y John Ross tendrán más espacios para trabajar. De estos jugadores, Ross es el que tiene que probar más en esta temporada, pues tras ser seleccionado en la primera ronda en 2017, no produjo. Adicionalmente, este grupo también cuenta con Cody Core y Josh Malone. La posición de ala cerrada podría volver a ser una fortaleza si Tyler Eifert se mantiene sano. Por ahora, está de regreso tras haber firmado un contrato por un año. En caso de que vuelva a tener problemas de lesiones, Tyler Kroft es el sustituto.
Como ya revisamos, Cincinnati tiene bastante potencial en las “position skills”. Sin embargo, la suerte de esta ofensiva estará atada al resultado de su línea. Sin duda, esa fue el área más problemática del equipo en 2017. Cordy Glenn (T) y Billy Pryce (C) tendrán que lograr un impacto inmediato. Ambos son jugadores talentosos, el detalle es que vienen de sufrir lesiones. Si logran estar sanos, serán un “upgrade” inmediato y con ello, tanto la ofensiva aérea como la terrestre tendrá oportunidades de brillar.
Defensiva
Cincinnati perdió terreno en las estadísticas defensivas en 2017. Después de ubicarse entre las mejores 10 por algunos años, cayó hasta la posición #16 en puntos permitidos (21.8 por juego) la temporada pasada. Donde ha batallado más es en contra de la carrera al ser la #30 (127.9 yardas por juego).
La línea posee a su principal figura en Geno Atkins (46 tacleadas, 9 capturas). Es uno de los mejores tacles en la liga. Destaca tanto por su capacidad para cerrar huecos como para presionar al quarterback. Carlos Dunlap es el segundo en importancia y se ha consolidado como un muy buen “edge rusher” (7.5 tacleadas, fumble). De estos jugadores no hay dudas sobre su desempeño. Quienes tendrán que aportar más son Andrew Billings (13 tacleadas) y Michael Johnson (49 tacleadas, 5 capturas). Billings perdió su año de novato (2016) por lesión, pero es un jugador que se esperaba fuera un robo en el draft tras haber caído a rondas medias. El talento está en él, falta que termine de explotarlo. Johnson regresó a Cincinnati en 2017 tras una brevísima estancia en Tampa Bay. Su regreso no fue tan impactante, así que es probable que lo veamos alternando con Jordan Willis. Asimismo, el jugador que podría terminar de explotar en el exterior es Carl Lawson (8.5 capturas). Tuvo una participación limitada como novato, pero logró una producción considerable en sus oportunidades. Este grupo presenta potencial para retomar su forma previa a 2017 cuando solían estar en el Top 10 de capturas.
El grupo de linebackers contará con Preston Brown como nuevo integrante. En sus cuatro años en Buffalo, fue un jugador dinámico y titular en 62 de 64 juegos. Una de las principales razones por las cuales decidieron contratarlo es por su trabajo en contra de la carrera. Vincent Rey (85 tacleadas, Int) lo acompañará en la alineación titular mientras Vontaze Burfict cumple su suspensión de cuatro juegos. Nick Vigil entrará a su tercer año y ha ido ganando cada vez más notoriedad. El año pasado, participó en más de 700 jugadas. En este grupo también podría alinearse Lawson, de quien ya hablamos en la línea. Tal vez, es el grupo más flojo en la defensiva. Aún así, tiene lo suficiente para hacer un trabajo más que competente.
Cincinnati se ha caracterizado por tener una secundaria sólida desde hace ya varios años. Mike Brown no ha dejado pasar oportunidades para agregar talento vía draft a esta unidad y eso se ha reflejado constantemente. Los cuatro titulares son de buen nivel. William Jackson III sorprendió en 2017 tras haberse perdido su año como novato. Fue uno de los CBs mejores evaluados y se habla que, si mantiene el nivel, podría estar en el Top 5 de la posición. Dre Kirkpatrick solo tiene que cuidarse de no volver a ser atropellado por Le’Veon Bell, fuera de eso, su desempeño es bueno. Los safeties no son de renombre, pero Iloka y Williams trabajan bien tanto en cobertura como en contra de la carrera. La profundidad en este grupo también es grande al contar con jugadores como Darqueze Dennard (CB), Josh Shawy (S) y el novato Jessie Bates (S).
Equipos especiales: Randy Bullock será el pateador por segundo año al hilo. En 2017, tuvo 90% (18/20) de efectividad. En realidad, debido al bajo desempeño general de la ofensiva, sus oportunidades para generar puntos fueron limitadas. Así que, posiblemente, en 2018 vea un aumento en su producción si la línea logra la mejora esperada. El responsable de los regresos será Alex Erickson (WR).
Pronóstico: Cincinnati ha tenido dos años a la baja. Sin embargo, fue uno de los equipos más competitivos en temporada regular por un lustro (2011 – 2015). Hay una base de jugadores de aquella época que continúa en el equipo, así que hay conciencia sobre que es lo necesario para ganar. Como he venido mencionando, la mejora que este equipo pueda lograr dependerá, en gran parte, de la línea ofensiva. Si este grupo tiene un desempeño competente, hay suficiente talento para que se hagan las jugadas necesarias tanto por pase como por carrera para generar puntos. La defensiva solo tiene que apretar en contra de la carrera y volverá al Top 10.
El calendario es bastante benévolo al ser el #29 en dificultad. Sus rivales tuvieron un récord combinado de 121 – 135 en 2017. Sin embargo, la primera mitad de la temporada no será tan sencilla como aparenta pues tendrá cinco enfrentamientos contra cinco equipos que tuvieron récord ganador la temporada pasada. La segunda mitad de temporada se percibe más sencilla.
Récord 2018: 9 – 7.