Récord 2017: 9 – 7
Draft (por orden de selección): OLB Rashaad Evans (pick 22), EDGE Harold Landry (pick 41), S Dane Cruikshank (pick 152), QB Luke Falk (pick 199)
Agencia libre
Jugadores adquiridos: CB Malcolm Butler, RB Dion Lewis, G Josh Kline, LB Will Compton, DT Bennie Logan
Jugadores perdidos: WR Eric Decker, RB DeMarco Murray, QB Matt Cassel, S Da’Norris Searcy, DT Sylvester Williams
Tennessee logró colarse a los playoffs en 2017 y no solo eso, sino que también sorprendió en el Arrowhead Stadium y avanzó a la Ronda Divisonal. El “sueño” se acabaría con la visita al Gillette Stadium donde fueron sobrepasados por marcador de 35 – 14.
En general, la temporada 2017 fue una temporada llena de inconsistencias para este equipo. Salvo por una racha de cuatro triunfos entre la semana 6 y la 10, no hubo mayor muestra de progreso respecto a años anteriores. De hecho, la ofensiva batalló bastante y perdió la identidad que había construido, ni por pase ni por carrera fue dominante. A la defensiva, aún hay mucho trabajo por hacer, especialmente en lo que concierne al juego aéreo.
Para 2018, Tennessee estará en una AFC Sur que está elevando su competitividad. Así que si no logra mejorar su efectividad tanto ofensiva como defensiva, será difícil que corra con la misma suerte de la temporada pasada.
Staff
Después del aparente buen resultado de 2017, parecía que Mike Mularkey (HC) estaría de vuelta. Al final, no fue así y Mike Vrabel fue nombrado HC para 2018. La selección de este entrenador sorprende un poco, pues no posee una amplia trayectoria dirigiendo ni tampoco resultados muy sobresalientes. Apenas fungió como coordinador de la defensiva de Houston en 2017 y, previamente, había sido coach de LBs en este mismo equipo.
La contratación que más llamó la atención en el staff fue la del coordinador Matt LaFLeur, proveniente de los Rams. LaFleur fue una de las razones principales del progreso mostrado por Jared Goff y, en general, de una explosiva ofensiva en LA. Se espera que pueda sacar el mayor jugo posible a Marcus Mariota. Dean Pess también es una nueva pieza en el staff, llega proveniente de Baltimore donde logró que la defensiva tuviera un desempeño sólido. Es curioso, pero pareciera que el verdadero “upgrade” para Tennessee viene de la mano de los coodinadores más que del HC.
Jon Robinson se enfocó a agregar talento defensivo en el draft. En la agencia libre, su enfoque fue mucho más balanceado. Tras la victoria en playoffs en 2017, logra desahogar algo de presión. Sin embargo, habrá que ver que tal reacciona el equipo con el cambio de staff ante un ambiente divisional más exigente.
Ofensiva
Tennessee tuvo un retroceso en su desempeño ofensivo en 2017. Entre lesiones y una baja en el desempeño individual de sus jugadores principales, solo le alcanzó para ser la ofensiva #19 en puntos producidos (20.9 por juego) y la #23 en yardas (314 por juego). Ni por carrera, que había sido su sello distintivo en 2016, lució dominante (#15).
La espera del despegue de Marcus Mariota se ha ido prolongando. En las últimas dos temporadas, ha sido común escuchar “este será el año de Mariota” en varios medios. Ese momento no ha llegado. En 2017, Mariota tuvo bajo desempeño. Solo lanzó para 3,232 yardas, 13 touchdowns y 15 intercepciones, mientras que, por carrera, sumó 312 yardas y cinco touchdowns. Su producción por pase no es la que se espera de un quarterback titular veterano. Esta temporada, entrará a su cuarto año. Por ningún motivo puede repetir cifras como las de 2017. Tendrá un nuevo coordinador que ya tuvo éxito dándole la vuelta a la carrera de un QB joven. Así que la oportunidad para que Mariota finalmente haga de una temporada su año, está más latente que nunca.
Los corredores también quedaron a deber en 2017. DeMarco Murray ya no estará de vuelta, dejando 223 toques de balón libres para Derrick Henry (744 yardas, 5 Tds) y el recién llegado Dion Lewis (896 yardas, 6 Tds). El pronóstico es que conformarán un ataque terrestre por comité. Difícilmente, alguno de los dos podría llevar la carga por si solo. El más versátil es Lewis, así que eso podría darle ventaja para lograr mayor participación que Henry. También habrá que esperar una participación más efectiva de Mariota en el juego terrestre con jugadas de opción. La combinación con Lewis podría ser sumamente explosiva si LaFleur diseña jugadas que aprovechen correctamente las características físicas de estos jugadores. Me parece que hay mucho potencial para que este equipo vuelva a colocarse entre las mejores cinco ofensivas terrestres en 2018.
El grupo de receptores ha tenido a su hombre más productivo en las últimas dos temporadas en Rishard Matthews (795 yardas, 4 Tds). Esta situación ha sido una sorpresa, pues Matthews había sido, a lo más, un WR #2 previo a su llegada a Tennessee. La expectativa es que Corey Davis (375 yardas), quien tuvo un año muy flojo como novato, lo reemplace en ese rol en el transcurso de la temporada. Un equipo no gasta una selección Top 5 en un WR que no pueda asumir el papel principal en la ofensiva aérea. Así que Davis está obligado a entregar resultados en 2018. Tajae Sharpe estará de vuelta tras perderse todo 2017. En su debut como novato, Sharpe lo hizo bien al atrapar 41 recepciones para 522 yardas y dos touchdowns. Además, Mariota también contará con Taywan Taylor (231 yardas, Td) como receptor slot. En lo que corresponde a alas cerradas, Delanie Walker (807 yardas, 3 Tds) es el protagonista y estará apoyado por Jonnu Smith (157 yardas, 2 Tds) Definitivamente, hay material para que Tennessee pueda tener una ofensiva aérea funcional.
En el papel, Tennessee cuenta con una de las mejores líneas ofensivas en la liga. De hecho, sorprendió que tuvieran una temporada muy regular en 2017. Con este grupo en el campo, era para que los corredores continuarán encontrando grandes huecos y Mariota tuviera suficiente tiempo para encontrar a sus receptores. Los tacles Taylor Lewan y Jack Conklin son excelentes.
Defensiva
La defensiva cuenta con algunas individualidades muy destacadas, especialmente en la línea y la secundaria. Sin embargo, su desempeño global ha quedado a deber. En 2017, se ubicó como la #17 en puntos permitidos (22.2 por juego) y #13 en yardas (328 por juego). La principal debilidad ha sido la defensiva contra el pase (239.2 yardas por juego, 27 touchdowns).
En la línea, Jurrell Casey (60 tacleadas, 6 captura, fumble) es el jugador más destacado. No solo es capaz de sellar los huecos inmediatamente, sino que ha sido uno de los principales generadores de presión sobre el QB en el equipo. El recién llegado Bennie Logan (Kansas City) será el ancla al interior de la línea. Por su parte, DaQuan Jones (31 tacleadas, 3.5 capturas) es un excelente complemento a Casey. Gran parte de la razón por la cual Tennessee terminó la temporada como la defensiva #4 contra la carrera, se debió al trabajo de este grupo.
Los linebackers han ido progresando año tras año y me parece que, en 2018, podrían ser una de las áreas más fuertes del equipo. Brian Orakpo (44 tacleadas, 7 capturas, 3 fumbles) se ha mantenido sano las últimas tres temporadas y su aportación ha sido sostenida manteniéndose como el líder en la presión sobre el QB en el equipo (24.5 capturas en este lapso). Wesley Woodyard (124 tacleadas, 5 capturas) viene de una temporada sumamente productiva. Con la llegada del novato Rashaan Evans, la posición de linebacker interior estará muy bien cubierta. Derrick Morgan (16 tacleadas, 7.5 capturas) es el otro especialista en la presión sobre el QB y puede alinearse tanto desde la posición de LB como de ala defensiva.
La secundaria tiene a su hombre más destacado en el safety Kevin Byard (87 tacleadas, 8 intercepciones). Fue designado como All-Pro en 2017. El detalle es que, si no era él, ningún otro jugador del perímetro estaba generando jugadas de impacto. Para que la defensiva de Tennessee tenga mejor desempeño, Byard tendrá que recibir más apoyo de sus compañeros. Adoree Jackson, jugador de segundo año, tiene el potencial para convertirse en el “shut down” CB en este grupo. Además, Malcolm Butler estará acompañando a Logan Ryan para que Tennessee cuente con la pareja de CBs que solía ser parte de Nueva Inglaterra. Estos dos jugadores necesitan de un esquema defensivo específico para tener éxito. El coordinador Pess no deberá pasar eso por alto si no quiere dejar expuesta a su defensiva. Jonathan Cyprien (57 tacleadas, captura) era el otro safety titular, pero sufrió una lesión que lo dejará fuera toda la temporada. Kendrick Lewis apunta para sustituirlo.
Equipos especiales: Ryan Succop se mantiene como el responsable de los goles de campo y patadas de salida. Es muy confiable en distancias menores a 40 yardas (17/17), pero batalló en rangos superiores (18/25). Su efectividad global en intentos de goles de campo fue de 83.3%. El responsable de los regresos será Adoree Jackson (CB).
Pronóstico: Tennessee cuenta con buen personal tanto a la ofensiva como a la defensiva. Me parece que las líneas y LBs son las áreas de mayor fortaleza y aquellas que pueden impulsar al equipo hacia los playoffs. En esta temporada, finalmente se verá si Mariota puede despegar al siguiente nivel y consolidarse como un QB Top 10. Con un coordinador ofensivo como LaFleur y un buen grupo de receptores, ya no le quedarán excusas. Por su parte, si Dean Pess logra arreglar la secundaria con un buen esquema, los problemas a la defensiva quedarán prácticamente resueltos al 100%.
El calendario de Tennessee es el #31 en dificultad. Sus rivales se combinaron para un récord de 119 – 137 en 2017. Una de las ventajas para este equipo es que, a pesar de haber terminado #2 en la AFC Sur la temporada pasada, fue el mejor al interior de la división con un récord de 5 – 1 (solo perdió con Houston). El reto estará en contra de los equipos externos, donde solo tuvo marca de 4 – 6. La primera mitad de temporada luce más complicada de lo que los números indican, especialmente por juegos contra Baltimore y LA Chargers, que fueron equipos que apenas se quedaron fuera de los playoffs. La segunda mitad se relaja a partir de la semana 10.
Tennessee tiene elementos suficientes para hacer un buen papel en 2018. No obstante, creo que la novatez de su HC, así como el mismo periodo de reajuste a nuevos esquemas ofensivos y defensivos pesarán en una primera mitad de temporada que luce exigente.
Récord 2018: 7 – 9.