Récord 2018: 7 – 9
Draft (por orden de selección): DT Christian Wilkins (pick 13), G Michael Deiter (pick 78), LB Andrew Van Grikel (pick 151), T Isaiah Prince (pick 202), RB Chandler Cox (pick 233), RB Myles Gaskin (pick 234)
Agencia libre
Jugadores adquiridos (equipo de origen): QB Josh Rosen (Arizona), QB Ryan Fitzpatrick (Tampa Bay), TE Dwayne Allen (Nueva Inglaterra), CB Eric Rowe (Nueva Inglaterra), G Chris Reed (Jacksonville), TE Clive Walford (NY Jets), WR Ricardo Louis (Cleveland), DT Adolphus Washington (Cincinnati)
Jugadores perdidos (equipo destino): T Ja’Wuan James (Denver), DE Cameron Wake (Tennessee), WR Danny Amendola (Detroit), RB Brandon Bolden (Nueva Inglaterra), RB Frank Gore (Buffalo), G Ted Larsen (Chicago), QB Ryan Tannehill (Tennessee)
Miami fue un equipo decepcionante en 2018. Lo sorprendente es que la temporada comenzó demasiado bien. Después de las tres primeras semanas, el equipo dirigido por Adam Gase marchaba con marcaba de 3 – 0 y se colocaba comodamente en el #1 de la AFC Este. Sin embargo, una vez que la semana 4 llegó junto con el primer enfrentamiento de la temporada contra Nueva Inglaterra, la situación comenzó a cambiar para este equipo. La derrota de 38 – 7 contra los de Foxboro sería el primero de una serie de descalabros que evitarían que Miami tuviera algún tipo de trascendencia en la temporada. Uno de los aspectos más negativos de este equipo fue su incapacidad de ganar fuera de casa, finalizando con un récord de solo 1 – 7 como visitante. Lo más positivo es que obtuvo un récord de 4 – 2 al interior de su división.
Para 2019, después de dos temporadas consecutivas fuera de playoffs, Miami estará buscando iniciar una nueva era estrenando Head Coach y quarterback. El equipo tendrá que trabajar rápidamente para definir una identidad, pues desde hace tiempo, Miami no sobresale por poseer una ofensiva poderosa ni una defensiva dominante. Disipar el tufo de mediocridad será una de las principales labores del nuevo régimen.
Staff
El nuevo Head Coach será Brian Flores quien previamente ocupó el puesto de coach de linebackers en Nueva Inglaterra. Fue el responsable de llamar las jugadas defensivas, aún sin ser el coordinador defensivo de manera oficial. Su partido más memorable fue el Super Bowl al dejar en solo tres puntos a LA Rams. Con este movimiento, Miami se une a un grupo de equipos (NY Jets, Cleveland, Houston, Detroit, Denver) que han buscado emular el éxito de Nueva Inglaterra trayendo a colaboradores cercanos de Bill Belichick. Hasta ahora, esa estrategia ha rendido pocos frutos. Así que las dudas sobre lo que Flores pueda lograr fuera del manto protector de Belichick son muy válidas.
El coordinador ofensivo será Chad O’Shea, quien trabajó previamente como coach de receptores en Nueva Inglaterra de 2009 a 2018. No obstante, nunca ha tenido un puesto cercano a una coordinación, así que la experiencia no es una fortaleza en este rubro. Será la primera vez que estará armando un playbook y, conforme a la información que circula en medio especializados, su idea es copiar lo más posible el estilo ofensivo de Nueva Inglaterra. Patrick Graham estará a cargo de la defensiva, su experiencia ha estado enfocada en el coacheo de linebackers y línea defensiva siendo su puesto más reciente el de coach de LBs en GB (2018(.
Chris Grier estará en su cuarta temporada como responsable del personal en Miami. Con solo una selección entre los primeros 75 picks, Grier no tuvo mucho con que trabajar en el draft 2019. En la agencia libre tampoco realizó grandes contrataciones. De inicio, el trabajo de Grier para llenar huecos en el talento del equipo parece insuficiente. Así que Flores y compañía tendrán que aprovechar al máximo la herencia del staff previo.
Ofensiva
El desempeño ofensivo de Miami en 2018 fue malo. La ofensiva nunca lució como un grupo realmente amenazante. Su mejor estadística fueron los pases de touchdown y, tan solo para llegar al #17 en este rubro, cinco jugadores tuvieron que estar involucrados. Uno de los aspectos más frustrantes fue ver fue la bajísima participación de Kenyan Drake hacia la segunda mitad de la temporada. Al final, este corredor se ubicaría como el líder en anotaciones del equipo, pero siempre quedó esa sensación de ser subutilizado ante la presencia del veteranísimo Frank Gore (722 yardas). La producción del grupo de receptores fue bajísima teniendo como líder a Danny Amendola con 59 recepciones para 575 yardas y un touchdown.
La alineación ofensiva para esta nueva temporada tiene su principal cambio en el QB. Ryan Fitzpatrick y Josh Rosen estarán compitiendo por la titularidad. De inicio, me parece que Fitzpatrick tiene la ventaja por su experiencia, así que lo veo iniciando al menos el primer mes. El resto del grupo se mantiene con una estructura muy similar a la del año pasado. Drake ha demostrado que es capaz de producir cuando se le da el balón. En conjunto con Kalen Ballage, podrían hacer a la ofensiva terrestre competitiva. De hecho, se espera que O’Shea implemente un esquema de bloqueo de zona del cual Drake se beneficiaría considerablemente.
El grupo de receptores me parece que continúa sin lucir amenazante. DeVante Parker ha quedado a deber desde que llegó a la liga mientras que Kenny Stills y Albert Wilson son jugadores de chispazos que difícilmente quitan el sueño a los coordinadores defensivos. Dwayne Allen aparece listado como el ala cerrada titular, pero Mike Gesicki, jugador de segundo año, podría dar de que hablar dada su capacidad atlética y su gran altura.
La línea ofensiva tendrá que poner especial atención en la protección de pase pues fue una de las peores en 2018 en ese rubro. Tanto Fitzpatrick como Rosen son muy susceptibles de cometer errores bajo presión. Como mencionaba previamente, el esquema de bloqueo será de zona, que generalmente es benéfico cuando un equipo tiene una línea limitada en talento.
Defensiva
La defensiva viene de una temporada decepcionante. De las estadísticas listadas en la tabla, solo destacó en las intercepciones. En la mayoría, estuvo entre las 10 peores, pero en donde fue más notorio lo pobre de su desempeño fue en contra de la carrera. Brian Flores tendrá que poner manos a la obra inmediatamente para arreglar esta situación.
De inicio se espera que el novato Christian Wilkins ayude inmediatamente a mejorar la defensiva terrestre. No obstante, también tendrá que hacer sentir su impacto en la presión sobre el QB pues tras la partida de Cameron Wake, Miami queda aún más descubierto en ese rubro. Su selección es el punto de partida para que Flores pueda implementar formaciones 3 – 3 y 4 – 2 para dejar cinco jugadores de perímetro en el campo, justo como lo hacía en Nuevo Inglaterra.
El grupo más completo dentro de la defensiva es la secundaria que tiene en Xavien Howard, Reshad Jones y Minkah Fitzpatrick jugadores que bien podrían ubicarse entre el Top 5 de sus posiciones hacia el final de la temporada. Los linebackers son el grupo que se ha percibido como la debilidad de la defensiva desde hace ya varios años. Raekwon McMillan podría asumir el papel que Dont’a Hightower tiene en la defensiva de Nueva Ingalterra, mientras que Kiko Alonso podría emular a Kyle Van Noy. En realidad, en cuanto a personal se refiere, no percibo un cambio tan grande en esta defensiva así que eso genera cierta duda sobre la mejora que pudiera lograr. Flores tendrá que mostrar su valía inmediatamente, al fin y al cabo, viene de comandar a una defensiva que tampoco estaba plagada de nombres grandes, sino que basaba su funcionamiento en el desempeño eficiente.
Equipos especiales: Jason Sanders lo hizo bien en su primera temporada como profesional al lograr una efectividad de 90% (18/20) en sus intentos de gol de campo. Ante las dudas que giran en torno al desempeño ofensivo del equipo y, principalmente a su identidad, Sanders tendrá que buscar marcar la diferencia para poder contribuir a generar más victorias. Kalen Ballage, Alfred Wilson y Kenyan Drake se estarán alternando en las devoluciones.
Pronóstico: La situación de la ofensiva es el factor que genera más incertidumbre. Como mencioné anteriormente, es muy posible que haya cambio de QB en el transcurso de la temporada, así que eso generará cierta inestabilidad. Mucho tendrá que ver la producción de la ofensiva terrestre para que el equipo tenga cierta capacidad de respuesta.
El récord de Miami es el #18 en dificultad para 2019. El primer mes luce particularmente brutal y no sería sorpresa que el récord tras el BYE pudiera ser 0 – 4. Teniendo un staff integrado en su mayoría por coaches con poca experiencia en sus puestos, creo que será difícil revertir esa tendencia para el resto de la temporada.
Récord 2019: 5 – 11.