Récord 2018: 7 – 9
Draft (por orden de selección): QB Dwayne Haskins (pick 15), EDGE Montez Sweat (pick 26), WR Terry McLaurin (pick 76), RB Bryce Love (pick 112), G Wes Martin (pick 131), C Ross Pierschbacher (pick 153), LB Cole Holcomb (pick 173), WR Kelvin Harmon (pick 206), CB Jimmy Moreland (pick 227), EDGE Jordan Brailford (pick 253)
Agencia libre
Jugadores adquiridos (equipo de origen): FS Landon Collins (NY Giants), T Ereck Flowers (Washington), LB Jon Bostic (Pittsburgh)
Jugadores perdidos (equipo destino): OLB Preston Smith (Green Bay), WR Jamison Crowder (NY Jets), RT Ty Nsekhe (Buffalo), FS Haha Clinton-Dix (Chicago), ILB Zach Brown (Filadelfia), OLB Pernell McPhee (Baltimore), WR Maurice Harris (Nueva Inglaterra), WR Michael Floyd (Baltimore)
La temporada 2018 comenzó como una buena historia para Washington. Tras ocho semanas de actividad, su récord era de 5 – 2 y aparecía sólido en el #1 de la NFC Este, sustentado en una buena defensiva y una ofensiva que sin ser explosiva era lo suficientemente efectiva. Además, en su lista de triunfos incluían duelos contra Green Bay, Carolina, Indianápolis y Dallas. Sin embargo, este buen momento solo duraría hasta la semana 10. A partir de la semana 11, las cosas se vendrían abajo para el equipo y en las últimas siete semanas de la temporada, solo conseguiría un triunfo más quedándose fuera del escenario de playoffs. Esta debacle coincidiría con la lesión de Alex Smith, el QB titular. Así, Washington tendría que echar mano de QB como Colt McCoy, Mark Sanchez y Josh Johnson.
Para 2019, Washington entra con expectativas moderadas. Es un equipo con talento en algunas posiciones, pero al que, globalmente, parecen hacerle falta algunas piezas, sobre todo a la ofensiva. Entre los movimientos más destacados está la selección de Dwayne Haskins en la 1ª ronda para buscar cubrir la posición de QB franquicia en el largo plazo.
Staff
Jay Gruden estará en su sexta temporada con el equipo. Fuera de su primera temporada (2014), Gruden siempre ha rondado el récord de .500. Su mejor marca ocurrió en 2015 (9 – 7). Desde entonces, no ha logrado superar las ocho victorias. Aunque la “Front Office” no parece estar particularmente impaciente por un resultado superior, Gruden necesita entregar algo más que el .500 en 2019 para justificar una séptima temporada.
Desde que Sean McVay partió en 2017, la ofensiva de Washington no ha recuperado la explosividad. El año pasado, Matt Cavanaugh fue nombrado coordinador ofensivo y para ésta, ha sido desplazado a ser asistente ofensivo senior. Ahora es turno de Kevin O’Connell, quien estuviera en Nueva Inglaterra como QB sustituto hace apenas seis años. Su experiencia como coach data de 2015 con Cleveland como coach de QBs. De inicio, Gruden será quien esté llamando las jugadas, así que el trabajo de O’Connell será más de preparación a los juegos que de decisiones. Respecto a la defensiva, Greg Manusky continúa a cargo. Por momentos, su unidad dio ha dado señales de poder dominar, pero aún le falta constancia.
Washington aún tiene la vacante de Gerente General vacía. Doug Williams (Vicepresidente de personal de juego) y Bruce Allen (presidente) son quienes se enfocan en cubrir las tareas de ese puesto. Por tercer año consecutivo, decidieron ir por un jugador defensivo en la 1ª ronda. Además de también seleccionar al que esperan sea su QB del futuro. En la agencia libre, sus principales movimientos estuvieron relacionados con la adquisición de talento defensivo.
Ofensiva
La ofensiva de Washington ha ido en retroceso en las últimas temporadas. En 2017, se ubicó como la #16 en puntos producidos. Para 2018, cayó hasta el #29. Este grupo estuvo lejos de lucir amenazante con un grupo de WRs que ha batallado para mantenerse sano y un QB que usualmente buscó aprovechar solo las rutas cortas. Lo más destacado de esta ofensiva fue el desempeño de Adrian Peterson quien, a sus 33 años, aún consiguió superar las 1,000 yardas.
Para 2019, Washington vuelve a presentar una ofensiva que luce bastante modesta. El sistema de Jay Gruden consiste en una ofensiva tipo costa oeste complementada por un juego terrestre de poder. En este sistema, el QB requiere hacer lecturas múltiples sobre las trayectorias de los receptores haciéndolo bastante complejo para un novato. Es por ello que no sorprende que Washington haya traído a Case Keenum y Colt McCoy, a pesar de haber seleccionado a Hasking. Keenum es favorito para empezar la temporada como titular. No obstante, no sería sorpresa ver a Haskins tomar las riendas de la ofensiva en algún punto de la temporada.
El grupo de receptores es lo menos amenazante de la ofensiva. Paul Richardson y Josh Doctson tienen talento, pero ha sido opcado por problemas de salud. En ese mismo estatus se encuentra Jordan Reed. Si la situación del QB luce con cierta inestabilidad, ésta se percibe aún mayor en aquellos que estarán recibiendo los pases.
En lo que corresponde a la ofensiva terrestre, el sistema favorece a Derrius Guice. Sin embargo, ha comenzado los entrenamientos con lesiones. Así que Adrian Peterson continúa siendo el favorito para ser titular. Chris Thompson es el responsable del backfield en situaciones de pase y el novato Bryce Love podría ayudar a Peterson una vez que esté 100% recuperado de una lesión en la rodilla.
La línea ofensiva es el grupo con más estabilidad, aunque Trent Williams ya ha solicitado su cambio del equipo y se ha ausentado de las actividades de entrenamiento.
Defensiva
En las ultimas dos temporadas, la defensiva de Washington ha dado señales de querer levantarse y dar el salto al Top 10 de la liga. Parece que Greg Manusky aún anda afinando detalles de su sistema, así como de personal para poder hacer eso realidad. Las estadísticas obtenidas en 2018 son competentes en todos los rubros. Las más destacadas ocurrieron en las entregas de balón provocadas, así como en la capacidad para generar presión sobre el QB. Esto último es en lo que Manusky suele enfocarse más. En su filosofía defensiva, no importa ceder yardas terrestres con tal de generar presión sobre el QB.
La directiva del equipo le ha ayudado a construir a Manusky una de las líneas defensivas con mayor potencial. Con la base de Jonathan Allen y DaRon Payne, la defensiva tiene dos anclas sobre las cuales operar tanto en la formación base 3 – 4 como en 4 – 3. Allen y Payne pueden alinearse tanto de internos como de externos, pues su físico y la modalidad en la que jugaron en Alabama, les permiten esa flexibilidad. Con la adición de Montez Sweat, Washington podrá generar presión constante sobre el QB. Además, hay que tomar en cuenta que Ryan Kerrigan se ha consolidado como uno de los mejores linebackers en formación 3 – 4.
La secundaria luce sólida con dos CBs en Josh Norman y Quinton Dunbar capaces de enfrentar a cualquier receptor. Sin embargo, el sistema de cobertura base de Manusky es cover 3 y cover 1 en zonas. Así que los duelos netamente personales, no serán la regla. Landon Collins llega para para solidificar la última línea defensiva de Washington después de un año a la baja en NY Giants. Si Collins retoma su forma de 2015 – 2016, esta secundaria podría ser una de las más temidas en la NFC.
Equipos especiales: Dustin Hopkins será el pateador por cuarto año en fila. Viene de lograr la mejor marca en su carrera con una efectividad de 89.7% (26/29). Con la situación de inestabilidad en la ofensiva, su trabajo será de suma importancia para rescatar puntos en las series que no alcancen la zona roja, que creo que serán bastantes. El responsable de los regresos será Greg Stroman (CB).
Pronóstico: Ofensivamente, la temporada luce complicada para Washington. En una liga dominada por el juego aéreo, este equipo no posee ni un QB ni un grupo de WRs que hagan pensar que los coordinadores defensivos rivales pasarán largas horas planeando como detenerlos. La mejor oportunidad de este equipo está en seguir el ejemplo del Jacksonville de 2017 que estuvo basado en desarrollar una ofensiva terrestre sólida con una defensiva asfixiante. Por ahora, creo que al menos la segunda parte es viable con el material humano con el que cuenta Manusky.
El calendario de Washington es el más fácil en esta temporada. Sin embargo, creo que, con el material humano tan limitado en la ofensiva, a este equipo no le alcanzará para aprovecharlo. La defensiva los mantendrá en los juegos, pero no será suficiente. Además, la NFC Este es cada vez de mayor nivel y con un récord de tan solo 2 – 4 con sus rivales divisionales en 2018, el antecedente no es alentador. Podría ser la última temporada de Jay Gruden.
Récord 2019: 6 – 10.