Récord 2018: 3 – 13
Draft (por orden de selección): QB Kyler Murray (pick 1)., CB Byron Murphy (pick 33), WR Andy Isabella (pick 62), DE Zach Allen (pick 65), WR Hakeem Butler (pick 103), S Deionte Thompson (pick 139), WR KeeSean Johnson (pick 174), C Lamont Gaillard (pick 179), T Joshua Miles (pick 248), DE Michael Dogbe (pick 249), TE Caleb Wilson (pick 254)
Agencia libre
Jugadores adquiridos (equipo de origen): ILB Jordan Hicks (Filadelfia), CB Robert Alford (Atlanta), DT Darius Philon (LA Chargers), OLB Terrell Suggs (Baltimore), G J.R. Sweezy (Seattle), G Max Garcia (Denver), TE Charles Clay (Buffalo), QB Brett Hundley (Seattle), DE Brooks Reed (Atlanta), WR Kevin White (Chicago), CB Tramain Brock (Denver), FS Josh Shaw (Tampa Bay), TE Maxx Williams (Baltimore), WR Damiere Byrd (Carolina), DT Terrell McClain (Atlanta), T Marcus Gilbert (Pittsburgh)
Jugadores perdidos (equipo destino): FS Antoine Bethea (NY Giants), DE Markus Golden (NY Giants), G Mike Iupati (Seattle), ILB Deone Buccannon (Tampa Bay), QB Mike Glennon (Oakland), DE Benson Mayowa (Arizona), G Oday Aboushi (Detroit), WR J.J. Nelson (Oakland), DT Olsen Pierre (NY Giants), G John Wetzle (Atlanta)
Arizona fue el peor equipo en 2018. Tras el cambio de régimen de Bruce Arians a Steve Wilks no se esperagba una transformación tan grande. Sin embargo, los resultados fueron pobres y no dieron margen para que la era de Wilks se extendiera más allá de una temporada. En realidad, nunca hubo oportunidad para Arizona en 2018. Después de un mes de actividad, el récord del equipo era 0 – 4. La primera victoria vendría justo en la quinta semana, pero el gusto no duraría mucho pues ocurrirían dos derrotas inmediatamente después. Habiendo transcurrido la primera mitad de temporada, el récord era de solo 2 – 6. Las cosas no mejorarían para la segunda mitad, pues el equipo solo rescataría una victoria más. Lo peor de toda esta situación, más allá del récord, es que nunca se vio que el equipo tuviera una estructura. La estrategia ofensiva fue inexistente y la defensiva estuvo continuamente expuesta a mala posición de campo. Tan mal resultó todo que hasta las selecciones en el draft del 2018 parecieron inútiles en su primer año.
Para 2019, este equipo estará en plena reconstrucción, así que cualquier expectativa es solo un buen deseo para la franquicia.
Staff
Kliff Klingsbury será el nuevo HC en Arizona. Éste será su debut a nivel profesional. Previamente había trabajado en Texas Tech (HC), Texas A&M (coordinador ofensivo, coach de QBs) y la Universidad de Houston (coordinador ofensivo, coach de QBs). Como jugador, su trayectoria solo duró cuatro años en la NFL (2003 – 2006) con cuatro equipos (Nueva Inglaterra, Nuevo Orleans, Denver, NY Jets), pero sus estadísticas en temporada regular solo incluyeron dos pases para 17 yardas. Más tarde tendría participación en la NFL Europa y la CFL. Aparentemente, sus principales méritos tienen que ver con el éxito (aunque sea parcial) de los QBs con los que trabajó a nivel colegial: Case Keenum, Johnny Manziel y Patrick Mahomes. Al final, como HC en Texas Tech solo tuvo dos temporadas ganadoras, pero nunca tuvo récord ganador al interior del Big 12, una conferencia que está lejos de ser dominante en el football colegial. Así que, por el momento, aún es difícil entender que llevó a la directiva de Arizona a seleccionarlo para dirigir al equipo.
Klingsbury fungirá como su propio coordinador ofensivo, aunque estará apoyado por Tom Clements como coordinador de juego aéreo. Vance Joseph, exHC en Denver, será el encargado de llevar las riendas de la defensiva.
Steve Kleim entrará a su séptima temporada con el equipo. Estará buscando reconstruirlo por segundo año consecutivo. Sus dos última selecciones de 1ª ronda han sido QBs. Así que la presión para entregar algún tipo de resultado será grande. No hay muchos gerentes generales que sobrevivan a estar seleccionando QBs con picks del Top 10 en temporadas consecutivas sin que haya algún tipo de progreso en el equipo.
Ofensiva
No hay mucho que se pueda hablar sobre el desempeño ofensivo de Arizona en 2018. Con tan solo 14 puntos promediados por juego, su producción fue paupérrima. El único jugador con una producción sobresaliente fue David Johnson, quien sumó 1,386 yardas combinadas y 10 touchdowns.
El sistema que Klingsbury llegará a implementar es conocido como “Air Raid”. Es una ofensiva “up tempo” (de alto ritmo) y que está completamente enfocada al pase presentando formaciones 10 (un corredor, cuatro WRs) con frecuencia. La lectura del QB para determinar coberturas y tendencias defensivas es imprescindible, así que Kyler Murray tendrá que adaptarse rápidamente al nivel profesional. La relación entre Klingsbury y Murray no es nueva, sino que data desde 2013, cuando existieron acercamientos para que Murray fuera parte de Texas A&M. Así que, por ese lado, el entendimiento debería ser sencillo. La incertidumbre gira en torno en la manera en la que Murray logre progresar a nivel profesional. Es un QB móvil con un buen brazo, similar al molde de Russell Wilson. Si bien Wilson ha tenido una carrera exitosa en la NFL, sus primeros años estuvo cobijado por una ofensiva terrestre y una defensiva dominante, situaciones con las que aún no es seguro que cuente Murray.
Entre las “skill positions”, David Johnson continúa siendo el más destacado seguido del veterano Larry Fitzgerald. El tipo de ofensiva a implementar debería favorecer a incrementar la producción de los jugadores de segundo año Christian Kirk y Chad Williams, quienes tuvieron un primer año muy modesto.
La línea fue un desastre en 2018. De inicio, el staff está contando en que algunos de los jugadores (D.J. Humphries, Justin Pugh) que batallaron con lesiones la temporada pasada puedan estar sanos en ésta, así como en un mayor progreso de los jóvenes (Mason Cole). El principal refuerzo vino en la contratación de Marcus Gilbert.
Defensiva
Se suponía que con Wilks al mando, el desempeño defensivo de Arizona al menos debería haber sido decoroso. No fue así. La defensiva terminó #26 en puntos permitidos y fue la peor en el juego terrestre, así que eso desluce los buenos resultados en la defensiva aérea. Los defensivos más destacados fueron Chandler Jones y Patrick Peterson.
De inicio, la formación base con la que Vance Joseph trabajará será 3 – 4. Su especialidad está en el desarrollo de secundarias y es ahí donde reside la fortaleza defensiva de Arizona. Aún con la ausencia de Patrick Peterson por suspensión (seis juegos), este grupo tiene elementos con los cuales responder con Robert Alford (Atlanta) y el novato Byron Murphy, además de una buena pareja de safeties.
Adicionalmente, el equipo cuenta con buenos pass rushers en Chandler Jones y el recién llegado Terrell Suggs. La llegada de Darius Philon también suma en este rubro.
Para mejorar la defensiva terrestre, el papel de Jordan Hicks (LB) será fundamental. Durante su estancia en Filadelfia siempre mostró versatilidad y liderazgo. Aquí se espera que sea un mentor para el joven Haason Reddick, quien apenas entrará a su tercera temporada.
La defensiva continúa teniendo talento suficiente para poder hacer buen trabajo. La duda gira en torno al funcionamiento del esquema de Joseph. Como mencioné, su formación base es 3 – 4, la situación es que una de sus principales tendencias es buscar jalar un jugador extra hacia la línea transformando su 3 – 4 en un “wide 9” y tanto en Denver como en Miami eso ha abierto boquetes para las ofensivas terrestres, que es precisamente donde Arizona tuvo más problemas en 2018. Si repite esa tendencia esta temporada, Arizona difícilmente mejorará por su esquema.
Equipos especiales: Zane Gonzalez jugó cinco partidos para Arizona en 2018. Esta vez estará desde el inicio de temporada. En su participación con el equipo, logró una efectividad de 77.8% (7/9), aunque tuvo 100% en distancias menores a 50 yardas. Esa es la principal razón por la cual el equipo decidió quedarse con él. En las devoluciones de patada estarán Christian Kirk (despejes) y T.J. Logan (kickoffs).
Pronóstico: Como organización, Arizona está padeciendo de la urgencia por entregar algún tipo de resultado. A menos que tenga un proceso de evaluación que muy pocos entiendan, hasta ahora, las decisiones han parecido caprichosas. El tipo de sistema que Klingsbury dese implementar aún está por ser probado en la NFL y es un sistema que depende demasiado en estar generar jugadas grandes. Las defensivas de NFL están lejos de ser de del tipo de “Big 12”. Adicionalmente, este esquema pondrá mucha presión sobre la defensiva en caso de no tener éxito. Así que, de inicio, el panorama no luce tan favorable.
El calendario de Arizona es el #13 en dificultad para esta temporada. En la primera mitad del calendario, los únicos juegos que parecen estar a su alcance serán contra Detroi, Cincinnati y tal vez NY Giants. Para la segunda mitad, Arizona estará buscando sorprender a San Francisco y Tampa Bay para buscar un récord más decoroso.
Récord 2019: 4 – 12.