Super Bowl LI: Atlanta (13 – 5) vs. New England (16 – 2)

Por Anuar

Houston volverá a ser la sede de un Súper Bowl. Será la tercera ocasión que esto ocurre. Las dos primeras fueron en 1974 (Súper Bowl VIII), cuando Miami se impuso a Minnesota, y en 2004 (Súper Bowl XXXVIII), cuando Nueva Inglaterra derrotó a Carolina para conquistar su segundo Campeonato. Así que 13 años después, el juego por el Título de la NFL vuelve a esta ciudad texana. El escenario volverá a será el renombrado NRG Stadium (previo a la temporada 2015, su nombre fue Reliant Stadium y bajo ese mismo fue que se jugó el Súper Bowl XXXVIII).

Algunos datos de las instalaciones y transmisión del juego:

  • El estadio tiene capacidad para 71,795 personas.
  • El precio promedio por boleto es de $5,217 USDs. (El rango va desde los $2,200 hasta arriba de los $20,000 USDs).
  • El estadio posee techo retractable, así que el clima no será factor.
  • La transmisión la realizará la cadena FOX con Troy Aikman, Joe Buck y Erin Andrews como los narradores principales en idioma original.
  • La ciudad de Houston albergará un festival (juegos, actividades, conciertos, etc.) de casi nueve días previo al Súper Bowl. El patrocinador es la compaía de servicios de telecomunicación Verizon.
  • El medio tiempo correrá a cargo de Lady Gaga. Previamente se habían presentado Bruno Mars, Coldplay y Beyoncé. Se espera que haya una colaborador adicional en el Show de Gaga y se especula que podría ser Beyoncé.
  • El costo por un comercial de 30 segundos en el transcurso del juego es de 5.02 millones de dólares.
  • La planilla de oficiales estará encabezada por Carl Cheffers, que participará en su primer Súper Bowl. Uno de los juegos más destacados en los que estuvo recientemente fue aquel en el que Aaro Rodgers (QB) logró llevar a la victoria en Detroit con un Hail Mary a Richard Rodgers (TE).

En la edición LI del Súper Bowl, la NFL estará buscando nuevo Campeón. Denver, el equipo que se coronó en la temporada 2015 no fue capaz de calificar a playoffs y tiene casi un mes descansando. En este juego se estarán enfrentando New England Patriots, #1 de la AFC y el equipo con mejor récord en temporada regular en la liga, y Atlanta Falcons, #2 de la NFC. Para el equipo dirigido por Bill Belichick será la novena aparición en el juego por el título (séptima desde que él es el Head Coach y con cuatro triunfos). Para el equipo dirigido por Dan Quinn será apenas la segunda aparición en esta instancia y aún está buscando hacerse de su primer Trofeo Vince Lombardy. La primera ocurrió en la temporada 1998 con Dan Reeves como HC y Chris Chandler como quarterback. Precisamente, en aquella temporada lograron derrotar 41 – 10 a Nueva Inglaterra en el clima helado de Massachusetts, algo que no era muy común para ese equipo.

Respecto a la temporada 2016, Nueva Inglaterra no tuvo mayor complicación para volver a imponer condiciones en la AFC Este. Aún sin Tom Brady en los primeros cuatro juegos (suspensión), este equipo consiguió un récord de 3 – 1. Ya con su histórico QB, solo perderían un juego (vs. Seattle) en los 12 partidos restantes. En el caso de Atlanta, la primera mitad de temporada fue la más accidentada logrando un récord de solo 5 – 3 y sacando muy poca ventaja sobre el resto de los equipos de la NFC Sur. Sin embargo, en la segunda mitad fue mucho más constante y logró separarse definitivamente de sus rivales divisionales. Tres de sus cinco derrotas serían por diferencia de tres puntos o menos. Ambos equipos mantienen largas rachas ganadoras. Nueva Inglaterra tuvo su derrota más reciente en la semana 10, mientras que Atlanta fue derrotado por última vez en la semana 13. Ninguno tuvo que salir de casa en los playoffs hasta este juego.

¿Cuál fue el enfrentamiento más reciente entre estos equipos? Ocurrió en la temporada 2013 cuando Mike Smith todavía el Head Coach de Atlanta. Nueva Inglaterra se impuso con marcador de 30 – 23 en el Georgia Dome. Fue un juego en el que las ofensivas se combinaron para 995 yardas. Tom Brady lanzó para 316 yardas y dos touchdown, mientras que LeGarrette Blount corrió para 64 yardas y un touchdown; Julian Edelman (118 yardas) y Kembrell Thompkins (127 yardas, Td) tuvieron un juego bastante productivo. Por parte de Atlanta, Matt Ryan lanzó para 421 yardas, dos touchdowns y una intercepción. Tony Gonzalez (149 yardas, 2 Tds) y Julio Jones (108 yardas) fueron sus principales receptores. En cuanto a personal, ambos equipos conservan a varios de los protagonistas de ese enfrentamiento. Tal vez el principal cambio es que Atlanta posee un grupo de corredores mucho más sólido que en aquel año. El cambio más drástico se dio en el staff al llegar Dan Quinn como HC a Atlanta para la temporada 2015. La serie histórica es bastante pareja y favorece 7 – 6 a Nueva Inglaterra.

Ofensiva de Atlanta vs. Defensiva de Nueva Inglaterra

Éste es el enfrentamiento del que más se ha hablado en los últimos días. La ofensiva de Atlanta finalizó la temporada como la #1 en puntos (33.8 por juego) y #2 en yardas totales (415.8 por juego). Su balance fue casi perfecto al ubicarse como #3 en el juego terrestre y #5 en el juego aéreo. El sistema de Kyle Shanahn tardó en cuajar, pero una vez que Matt Ryan lo asimiló, Atlanta se ha convertido en una máquina de hacer puntos.

¿Dónde reside el éxito de esta ofensiva? Como lo comenté a lo largo de la temporada, gran parte de su efectividad se debió a que ni Shanahan ni Ryan mantuvieron su atención sobre un solo jugador. La distribución del balón entre los diferentes integrantes de esta ofensiva ha sido la constante. Si bien Julio Jones (1,409 yardas, 6 Tds) y Devonta Freeman (1,541 yardas totales, 13 Tds) fueron los jugadores más productivos, esta ofensiva no estuvo atenida a ellos. Cuando los rivales lograron neutralizarlos, Tevin Coleman (RB), Mohamed Sanu (WR) y Taylor Gabriel (WR), entre otros, respondieron. La creatividad de Shanahan para involucrar a la mayoría de estos jugadores también fue factor. Dentro de las “position skills” se podría decir que ala cerrada es la más floja, no obstante, ante la diversidad de jugadores en las otras posiciones, Ryan no tuvo que recurrir a Austin Hooper y Levine Toilolo con frecuencia. La línea ofensiva tuvo buen desempeño durante toda la temporada.

Nueva Inglaterra llega a este juego con la defensiva #1 (15.6 puntos por juego). Batalló más en contra del pase (#12) que en contra de la carrera (#4). El detalle con esta defensiva es que presenta estadísticas sobresalientes, sin embargo, no ha sido exigida, lo que hace engañosos los rankings que logró. En la segunda mitad de temporada, las dos ofensivas encabezadas por quarterbacks de nivel aceptable (Russell Wilson, Joe Flacco) que enfrentó lograron a anotarle un total de 54 puntos (27 por juego), los otras ofensivas, guiadas por quarterbacks de nivel cuestionable (sustitutos o novatos), solo anotaron 64 puntos (10.67 puntos por juego). Tal vez para muchos, el partido de Campeonato en Pittsburgh pudiera ser una demostración del “poderío” de esta defensiva. No obstante, Ben Roethlisberger jugó mal como visitante la mayor parte de la temporada y sin Le’Veon Bell, esta ofensiva quedó coja. Así que no creo que sea un juego definitivo para hablar del nivel sobresaliente de este grupo. Ahora bien, en cuanto a personal, Nueva Inglaterra posee buenos elementos, pero no encuentro a jugadores que en lo individual sean netamente dominantes. Devin McCourty (FS) y Dont’a Hightower (LB) son a quienes podríamos identificar como líderes. Fuera de ellos, la defensiva está compuesta por jugadores promedio. Eso podría ser un factor de peso especialmente para frenar a Julio Jones. En lo individual, no veo como Malcolm Butler o Logan Ryan puedan detenerlo. La ayuda de un safety será indispensable, lo que abrirá la puerta para otros receptores. Adicionalmente, el “pass rush” no es particularmente poderoso.

Sí, es un hecho que Bill Belichick y Matt Patricia son excelentes estrategas y seguramente implementarán esquemas defensivos que busquen maximizar el talento con el que cuenta. Aún así, me parece que Atlanta sale con ventaja en este duelo. Ryan y compañía ya han lidiado con defensivas de buen nivel como la de Seattle, Arizona y Kansas City (a todas les anotaron más de 24 puntos). La única defensiva que realmente contener a Atlanta en la temporada fue la de Filadelfia, que tiene recursos individuales de mayor nivel que los de Nueva Inglaterra.

Ofensiva de Nueva Inglaterra vs. Defensiva de Atlanta

Tom Brady (3,554 yardas, 28 Tds, 2 Ints) y compañía tuvieron una gran temporada. Esta ofensiva finalizó como la #3 en puntos (27.6 por juego) y la #4 en yardas (386.2 por juego). También gozó de mucho balance al finalizar como #4 por pase y #7 por carrera. Josh McDaniels se ha consolidado como uno de los mejores coordinadores ofensivos en la liga.

Aún cerca de los 40 años, Brady continúa con gran fuerza en el brazo y, sobre todo, con la energía de un quarterback joven. Su movilidad ha sido más limitada, pero la precisión de sus pases no ha disminuido. Esto se vio claramente en la Final de Conferencia donde terminó destrozando a la defensiva de Pittsburgh lanzando para 384 yardas y tres touchdowns.

En realidad, en cuanto al quarterback, Nueva Inglaterra no tiene dudas, Brady es un excelente jugador, con mucha experiencia en este tipo de juegos y será clave para las aspiraciones de su equipo. Hasta ahora, ha logrado mantener a flote a su ofensiva sin su arma más poderosa, Rob Gronkowski (TE). La ofensiva terrestre también ha contribuido para llenar ese hueco. LeGarrette Blount (1,161 yardas, 18 Tds) ha sido el corredor más productivo desde Corey Dillon en 2004. No obstante, en los playoffs, Brady ha cargado con la mayor parte de la producción ofensiva. La aportación de los corredores ha sido mínima (130 yardas, 2 Tds en dos juegos). Dion Lewis tuvo un buen juego contra Houston, pero aún está lejos de ser factor con regularidad.

En lo que corresponde al grupo de receptores, la atención en playoffs se ha centrado totalmente en Chris Hogan y Julian Edelman. Ambos se han combinado para 530 yardas y tres touchowns. El tercer jugador en producción es Martellus Bennett con seis recepciones para 36 yardas.

A grandes rasgos, la ofensiva de New England ha lucido bien. Sin embargo, a diferencia de Atlanta, hay, más bien, una concentración del trabajo entre un grupo de tres o cuatro jugadores.

Por su parte, la defensiva de Atlanta ha venido de menos a más. Después de haber finalizado la temporada como la #27 en puntos (25.4 por juego) y #25 en yardas (371.2 por juego), solo ha permitido 20.5 puntos en promedio en los playoffs. Se ha cerrado en el juego terrestre y no ha permitido touchdowns, mientras que en el aéreo ha permitido 476 yardas (238 por juego) y cinco touchdowns, esto último contra QBs de muy buen nivel como Russell Wilson y Aaron Rodgers.

Dan Quinn fue quien llevó a consolidarse a la “Legion of Boom” y hacia ese rumbo es que se está encaminando la secundaria de Atlanta que está integrada, en su mayoría, por jugadores jóvenes. Si no hay mayor involucramiento de otro jugadores adicionales a Hogan, Bennett y Edelman, me parece que Atlanta podría lograr cierta contención en el juego aéreo. Jalen Collins (CB) y Deion Jones (LB) podrían ser clave pues han ido mostrando mejores habilidades de cobertura y son muy agresivos.

Otro factor a considerar es la presión que Atlanta ha venido ejerciendo sobre los quarterbacks. Vic Beasley (15.5 capturas) finalizó como el líder en capturas en 2016 y está acompañado por jugadores como Jonathan Babineaux (DT) y Ra’Shede Hageman (DT) que también son bastante capaces para generar presión. Otro jugador que podría ser clave, más por su experiencia ganándole en juegos de este tipo a Brady, es Dwight Freeney. El veterano, que pasó sus momentos más brillante con Indianápolis, conoce bien desde hace años la manera como presionar a Brady.

Equipos Especiales

Los pateadores Matt Bryant (Atlanta) y Stephen Gostkowski (New England) han estado entre los más seguros durante toda su carrera. En 2016, Bryant estuvo más certero que Gostkowski al lograr el 91.9% de sus intentos de gol de campo (34/37). Gotkowski tuvo un año a la baja, su primero por debajo del 90% desde 2012. Su efectividad fue de 84.4% (27/32). La principal diferencia es que la baja en la efectividad por parte de Gostkowski se da desde los intentos de 30 yardas, mientras que Bryant prácticamente fue perfecto hasta los intentos de 50 o más yardas.

En cuanto a la capacidad para regresar despejes o kickoffs. Dion Lewis demostró recientemente su velocidad en esta especialidad, aunque también tuvo balones sueltos. Atlanta tiene en Eric Weems a su regresador más peligroso, su devolución más larga fue de 73 yardas.

¿Quién ganará?

New England definitivamente tiene a su favor el contar con una experiencia muy vasta en este tipo de juegos por parte de su Quarterback y Head Coach. Hace apenas dos años se encontraban en estas mismas instancias contra un equipo del que Dan Quinn también formaba parte como coordinador defensivo y que ya también tiene en su historial un anillo de Campeón. Por otro lado, la estadísticas directas soportan la posición de este equipo como favorito, sin embargo, después de un análisis más profundo queda claro que su defensiva no ha sido exigida desde hace ya varias semanas. En general, el equipo no ha pasado por pruebas difíciles desde hace ya un tiempo.

Atlanta es un equipo que ha pasado por pruebas más complicadas. Su defensiva ha podido salir adelante aún enfrentando a QBs como Drew Brees, Russell Wilson y Aaron Rodgers (los dos últimos en sus juegos más recientes). Brady está en un nivel muy similar al de Brees y Rodgers, así que hay motivos para que esta defensiva pueda sentir cierta seguridad. Su ofensiva también ha logrado carburar independientemente de si uno o dos jugadores son neutralizados.

Así que, me parece que Atlanta sale como un equipo mucho más sólido para este juego. No obstante, no será un juego sencillo. Mucho dependerá del temperamento que muestren que puedan salir adelante. Mientras no caigan en el pánico escénico podrían tener amplias posibilidades. Por New England, si tan solo contarán con Rob Gronkowski no dudaría en darles ventaja indiscutible, pero creo que con solo dos receptores de produciendo y un ala cerrada (Martellus Bennett) que no ha estado 100% saludable desde hace ya varias semanas, podría no alcanzarle en una batalla de ofensivas.

Pronóstico: Atlanta 31 – New England 27.

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